Las claves de Basilio Valentín en mi opinión pueden servir para interpretar una vía húmeda, cosa que es bastante explícita tanto por la iconografía como por los textos. Sin embargo voy a elegir interpretar una vía seca, bastante conocida en la actualidad, por medio de las mismas.

También voy a comentarte los estados anímicos asociados a algunas operaciones. Tales estados aparecen como consecuencia de un proceso curioso y escasamente descrito por los autores.

Sin embargo no caigas en la trampa fácil de creer que la materia influye sobre el alquimista o viceversa. Eso es un espejismo creado por nuestro intelecto. Puede parecer así, pero un filósofo hermético debe profundizar más. En realidad la diferenciación entre procesos objetivos y subjetivos es aparente. TODO es UNO en continua metamorfosis. Esto llega a ser perceptible para el alquimista cuando se eleva su estado de consciencia.

Después de estos preámbulos paso a dar mi opinión sobre la primera lámina.

En ella aparecen un rey, una reina, un lobo saltando sobre un crisol y un curioso personaje de carácter mixto, poseyendo la hoz de Saturno y la pierna coja de Vulcano. Cuatro personajes en total que representan cuatro materias, de las cuales dos son esenciales y dos accesorias. El rey y la reina son obviamente los representantes de las sustancias que contienen los dos principios, el masculino y el femenino. Aquí lo que hay es un primer encuentro de las materias primas activa y pasiva. Esto ha originado tanta discusión en la literatura que apenas merece la pena detenerse en ello. Es normal por otra parte que haya confusión. De hecho en este momento el alquimista puede estar confuso sobre que materia tomar. Esta a la búsqueda del procedimiento que le parezca mas adecuado. Cuando cree conocer la materia que le parece correcta es todo un acontecimiento para él , pues no suele ser fácil de encontrar en estado natural, y debe lanzarse, al igual que ese lobo, «a la montaña» a buscar sus minerales, ya que como dice el texto «las cosas impuras y sucias » o las mercancías falsificadas son impropias para nuestra obra. Uno de los materiales del arte debe ser natural, no sintético. Debe sufrir una primera purificación a fin de separarlo de su ganga y luego una revitalización por el fuego durante un mes filosófico. Las otras sustancias también deben ser adquiridas. La segunda materia esencial es muy común. Las accesorias eran comunes antes, pero hoy día no es tan fácil conseguirlas en el grado de naturalidad que se requiere. Los trabajos preliminares son penosos y desagradables y una sensación de fastidio nos invade, aunque es contrarrestada por la esperanza de haber encontrado un camino válido. Las manos se ennegrecen al moler las sustancias en el mortero, pero no se debe desdeñar tocar y sentir nuestras materias a fin de percibirlas como una prolongación de nuestra propia alma. El encuentro de estas materias primeras en su estado inicial, después de que han sido previamente energetizadas, generan una reacción relativamente viva que tiene lugar a altas temperaturas en un crisol, tal y como se observa en el fuego violento de la lámina. Cada detalle tiene su importancia en el dibujo, incluso los más simples. ¿Os habéis preguntado porque con tanta frecuencia los personajes de la iconografía alquímica adelantan y muestran una pierna? En griego pierna se dice kneme, y la pierna adelantada es antiknemion, lo cual quizás os suene a algo conocido. Es este un periodo de pruebas e incertidumbre, de enorme esfuerzo personal , porque el principiante se ha dado cuenta de la inmensidad de la tarea que tiene por delante. Si solo reunir el laboratorio y las materias requiere su dedicación a tiempo total durante cierto periodo ¿que clase de esfuerzo requerirá el siguiente paso?. Sin embargo esta fase de prueba, de búsqueda, limpieza y energetización de las materias primeras, en realidad es un entrenamiento que templa la voluntad y la constancia. Luego en la soledad de su laboratorio el principiante meditara sobre el camino a seguir. Todo su interior se removerá, y saldrán las primeras impurezas internas, las voces del ego, las dudas, la pereza y el desánimo. Los sueños cambian y frecuentemente se vuelven arquetípicos. Perseguimos dragones y serpientes. Una intranquilidad interna se levanta ante la inseguridad del porvenir, pero si el proceso se desarrolla correctamente, al mismo tiempo aparece una voluntad obstinada y una resolución que se opone a nuestras dudas y nos da fuerza adecuada para continuar hacia adelante.